Una vez que te das cuenta de que te encontras en una condición de emergencia, es más fácil concentrarse en las decisiones que te ayudarán a aterrizar de manera segura. La mentalidad de emergencia es el resultado de darse cuenta y reconocer que existe una amenaza para tu supervivencia. Una vez que te hayas dado cuenta de eso, tu objetivo es hacer lo que sea necesario para que el avión aterrice de la manera más segura dada la situación y lo antes posible.
Tomar la decisión
Como parte de la instrucción necesaria para «aprender a volar», se nos enseña acerca de los procedimientos de emergencia. Lo más común es que practiquemos fallas de motor y, si el instructor es bueno, algunas otras fallas de sistemas. Estos sucesos tienden a enseñarse como eventos de rápido desenlace: el motor se reduce (jamás, nunca provocar una emergencia real para práctica), planeamos y nos preparamos para aterrizar en algún lugar. Parte de esta lección debería incluir declarar una emergencia al control de tránsito aéreo, haciendo las coordinaciones previas indicando que es una práctica, generalmente no se practica esta última parte.
Sin embargo, en muchos accidentes aéreos la emergencia no es tan inmediata y clara. El escenario se desarrolla gradualmente desde un vuelo normal hasta la insinuación de un problema, sigue con un mayor estrés, la situación se agrava y hay menos opciones, hasta que se hace evidente que no te quedan opciones y debés aterrizar. ¿Cuándo declaras una emergencia? ¿Cuál es el valor de ‘declarar’ una emergencia? Esperar hasta que no le queden opciones es demasiado tarde para declarar una emergencia.
La intención de «declarar» no es solo alertar al servicio de búsqueda y salvamento para que te encuentre, es poder ejecutar opciones mientras todavía están disponibles. Para que esto funcione, debes ponerte en modo de emergencia mucho antes de que escale la situación y te encuentres sin opciones. Por lo tanto, mucho antes de perder la esperanza, debes adoptar en forma conciente una mentalidad de emergencia.
Una vez que te das cuenta de que te encontras en una condición de emergencia, es más fácil concentrarse en las decisiones que te ayudarán a aterrizar de manera segura. Para desencadenar esa comprensión, deberías tener en claro cuándo asumir que estás en una emergencia.
Estás una emergencia cuando, por ejemplo, te encontrás en estas situaciones:
- Estás realizando tareas que son de listas de verificación de emergencia. Cada vez que ejecutas una lista de verificación de emergencia, te encuentras, por definición, en una emergencia. Necesitas la mentalidad de emergencia.
- Estás en una situación anormal durante el vuelo. Un motor en mal funcionamiento, una falla del alternador o un tren de aterrizaje retráctil que no se extenderá normalmente, no tienen la inmediatez de una falla total del motor o un incendio eléctrico durante el vuelo, pero son emergencias. No obstante; tu vuelo ya no es como de costumbre y necesitas tener una mentalidad de emergencia para evitar que el escenario escale hasta perder el control de la situación.
- Cuando te encontrás volando fuera de las limitaciones de tu licencia de piloto o experiencia reciente. Si no está aprobado para realizar un vuelo nocturno, pero todavía estás volando mientras oscurece, te encontrás en una emergencia. Si sos piloto que solo volas en VFR e ingresas a IMC, o tenes la habilitación por instrumentos pero hace meses que no volas en condiciones meteorológicas instrumentales y has ingresado a IMC, debes tener la mentalidad de emergencia.
Estás en peligro. ¿Volas sobre terreno ascendente con una capa de nubes descendiendo? ¿Parece que pronto no podrás mantener los mínimos visuales?, necesitás la mentalidad de emergencia ahora, antes de que no tengas opciones.
Tenés que decirlo en voz alta: «Tengo una emergencia» Podrías hacer esta declaración de emergencia al control. Sin embargo, es muy importante que te hagas esta declaración primero a vos mismo con firmeza. Saber que te encuentras en una emergencia te ayudará a concentrarse en las decisiones que te llevarán a salvo en tierra.
Date permiso
A veces, las discusiones sobre la gestión de riesgos están rodeadas de malos ejemplos. Sin embargo, la investigación AO-2016-073 de ATSB es un buen ejemplo de cómo tomar una decisión difícil resultado de la mentalidad de emergencia.
Del informe:
En la mañana del 3 de julio de 2016, un avión Cessna 150M, con matrícula VH-TDZ, y un avión Cessna 152, con matrícula VH-KTL, partieron de un aeródromo de Exmouth, Australia Occidental, para realizar un vuelo turístico que consistía el avistamiento de tiburones ballena en la lado occidental de la península de Exmouth.
Aproximadamente a las 11:45, la base de las nubes descendió y la visibilidad se redujo en el lado occidental de la península, y los pilotos acordaron colectivamente regresar a Exmouth. Sin embargo, no pudieron navegar de regreso en condiciones meteorológicas visuales y ambos realizaron aterrizajes preventivos en una carretera en la costa oeste de la península. Los aviones no sufrieron ningún daño y los pilotos no resultaron heridos.
Como resultado de este incidente, ambos operadores de aviones modificaron sus manuales de operaciones para resaltar la necesidad de que sus pilotos tomen decisiones tempranas para regresar al aeródromo de Exmouth cuando las condiciones climáticas se deterioren y mantener un plan alternativo.
Este incidente destaca la necesidad de que los pilotos interpreten el pronóstico del tiempo dentro del contexto de su operación planificada. Hay varios factores claves que un piloto que vuela bajo reglas de vuelo visuales y debe considerar estas cuestiones para evitar ingresar inadvertidamente a IMC:
- Planificación minuciosa previa al vuelo
- Tener planes alternativos en caso de que la meteorología se deteriore
- Tomar decisiones oportunas para dar marcha atrás o desviarse.
Nuestra reacción natural ante el deterioro de las condiciones meteorológicas es volar a un aeródromo o a una zona de aterrizaje adecuada, salir de la situación, o por lo menos así debería ser nuestra reacción. Sin embargo, al notar conscientemente que se encontraban en un escenario que empeoraba rápidamente y adoptar la mentalidad de emergencia, los pilotos de estos dos aeronaves se dieron permiso para analizar todas las opciones disponibles, incluido el aterrizaje en una carretera, algo que la mayoría de los pilotos no consideran generalmente excepto en caso de falla total del motor. Ellos lo hicieron a la espera de una mejora de la meteorológica.
Es hora de ser responsable
Declarar una emergencia, entonces, se trata más de vos y establecer el tono de lo que harás a continuación. Decir ‘Tengo una emergencia’, establece firmemente tu condición de emergencia y te hace pensar que, de ahora en adelante, tomarás decisiones pensadas en enfrentar la emergencia, no en intentar completar el vuelo según lo planeado a toda costa. Ahora, tu objetivo principal es que vos y tus pasajeros lleguen a tierra de manera segura.
Notificar al control es un recurso vital para obtener información sobre aeropuertos, frecuencias y actualizaciones meteorológicas cuando estás demasiado ocupado por la emergencia para buscar información por vos mismo. Declararte en emergencia te brinda toda la atención del controlador, y activa un menú de posibilidades que de otro modo no tendrías. A una aeronave de emergencia se le da espacio aéreo libre de otros tráficos y prioridad de aterrizaje sobre otras aeronaves. Pero el controlador no puede solucionar tu problema ni volar el avión por vos. Los mejores resultados se obtienen cuando permaneces a cargo y le informas al ATC lo que necesitas, la posición y los pasos a seguir.
Sobre todo, declarar una emergencia te pone en una mentalidad de emergencia y activa tus respuestas entrenadas y practicadas.
Otra cosa: si estás bien capacitado y actualizado con las listas de verificación y los procedimientos de emergencia, estarás tan involucrado en seguir el procedimiento adecuado y tenes menos probabilidad de quedarte paralizado ante la situación.
Una emergencia generalmente se asocia con dos palabras: carga de trabajo (hay más cosas que hacer en menos tiempo) y estrés (debido al aumento de la carga de trabajo y la falta de familiaridad con el entorno). Debido a esto, una persona es propensa a reaccionar de manera diferente e inesperada en tales situaciones.
Recordemos lo que escribió el poeta lírico griego arcaico originario de la isla de Paros, Arquíloco hace más de 2500 años, “No nos elevamos al nivel de nuestras expectativas. Caemos al nivel de nuestro entrenamiento”.
Mantené actualizado el registro de la 406 MHz Emergency Locator Transmitter (ELT) de tu aeronave.
Epílogo
La preparación para el peor de los casos es importante. Planificar tu ruta puede influir sustancialmente en el resultado de un aterrizaje forzoso a tu favor.
La comunicación es fundamental en todo momento. Un buen plan de vuelo, mantener a otros al tanto de tu paradero y aprovechar los servicios ATC puede mejorar tus posibilidades de ser encontrado. Cuanto más sepan los demás sobre tu ruta de vuelo prevista y los horarios de salida y llegada propuestos, menos tiempo esperarás probablemente al rescate.
El entrenamiento y las acciones que realices pueden determinar tu destino. Cada emergencia es diferente y todos los pilotos responderán de manera diferente, contar con una buena capacitación, generalmente, producirá mejores resultados.
Fly safe and enjoy!
Hasta la próxima
Paz y bien – Námaste
Roberto Gómez
rjg@flap152.com